Ruta por los Patios más Inéditos de Córdoba

Los patios de Córdoba, con sus flores y arquitectura, son un tesoro que atrae a miles cada año. Sin embargo, hay rincones más exclusivos que merecen una visita más detenida. Esta ruta por los patios más inéditos revela la esencia de un Córdoba menos conocida, con plantas únicas que los hacen destacar.

Patios con Personalidad Propia

Un ejemplo es el patio en el número 43 de la calle Barrionuevo, donde destaca el rosal trepador, que cubre una pared con flores rosadas. Este rosal es una planta singular que da al patio un toque exuberante, acompañado de una «cola de mono», una suculenta que cae en largas ramas cubiertas de pelo fino. Este patio, que comenzó como una reforma en 1994, se renueva año tras año, siempre buscando ofrecer algo único.

Yedra y Otras Especies Singulares

En la calle Agustín Moreno, la protagonista es la yedra, que recubre el patio y separa las plantas de la planta baja y superior. Esta especie ha sido parte de la tradición de los patios cordobeses durante décadas, y su presencia, junto con otras especies coloridas como la esparraguera, aporta frescura y armonía al espacio.

Patios que Conservan la Historia

En la calle La Palma, otro patio con gran personalidad pertenece a un capitán de los Tercios de Flandes. La buganvilla, que cubre parte del patio, junto con limoneros, jazmines y otras plantas, crean una atmósfera vibrante que celebra la tradición cordobesa en un entorno de arquitectura monumental.

El Patio del Pacífico

Finalmente, el Patio del Pacífico, en San Juan de Palomares, 8, destaca por su árbol de ibiscus. Este pequeño pero impresionante patio combina plantas tradicionales con elementos arqueológicos, fósiles y restos antiguos, haciendo de él un lugar lleno de historia y exuberancia.