El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, asiste a la inauguración del centro de día oncohematológico del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, el 14 de noviembre de 2025. EUROPA PRESS
Una investigación de El País ha destapado que Andalucía fue la comunidad que más tardó en comenzar a administrar Carvykti, la innovadora terapia CAR-T contra el mieloma múltiple, lo que podría haber afectado la supervivencia de varios pacientes.
Sevilla, 24 de noviembre de 2025. — Andalucía ha sido señalada por haber duplicado el tiempo de espera frente al resto de comunidades para empezar a administrar Carvykti, un tratamiento CAR-T revolucionario para el mieloma múltiple. Según una investigación de El País, mientras otras regiones iniciaron los tratamientos apenas meses después de su aprobación pública en abril, en Andalucía estas terapias no arrancaron hasta septiembre.
Este retraso ha generado preocupación entre especialistas. El hematólogo José Antonio Pérez Simón ha advertido que, al menos, una treintena de pacientes sufrieron una demora de entre dos y tres meses que pudo comprometer sus opciones vitales.
La preparación de la terapia CAR-T exige entre cinco y siete semanas para modificar las células T del paciente, un proceso clave para su eficacia. Ese plazo hace que cualquier retraso adicional sea especialmente delicado para la salud de los enfermos.
La Junta de Andalucía justifica la demora argumentando criterios de seguridad clínica, pero los críticos señalan que el impacto sobre los pacientes no debe subestimarse. Mientras, los informes internos revelan que los hospitales acreditados para esta terapia en Andalucía, como el Virgen del Rocío (Sevilla), llevan tiempo advirtiendo del riesgo de demoras prolongadas.
Además, se ha denunciado que la Junta mantuvo expuestos datos clínico-personales de los pacientes a la espera del tratamiento, lo que ha generado críticas severas en materia de privacidad y gestión sanitaria.
Este caso pone de relieve una lucha mayor: la equidad en el acceso a terapias avanzadas en el sistema público de salud andaluz, especialmente cuando se trata de tratamientos tan innovadores y sensibles como los CAR-T.

