Imagen de un agente de la Guardia CIvil. GUARDIA CIVIL
Un juzgado de Almería ha acordado prisión provisional, comunicada y sin fianza, para la madre del menor y su pareja sentimental tras hallarse a un niño de cuatro años muerto con signos de violencia en una playa de Garrucha.
La investigación por la muerte de un niño de cuatro años cuyo cuerpo hallaron la noche del miércoles se ha cobrado este sábado un nuevo paso judicial. Un juzgado de Vera (Almería) ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para la madre del menor y su pareja sentimental.
El menor, vecino de Garrucha, fue reportado como desaparecido tras una alerta de desaparición lanzada por su abuelo materno. Esta alerta fue consecuencia de que una familiar recibiera un mensaje de la madre en el que decía que había abandonado al niño. Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil, desplegaron un operativo y se localizó el cadáver del pequeño en una zona rocosa cercana a Mojácar.
La autopsia preliminar reveló que el cuerpo presentaba signos de violencia física y sexual. Esto lleva a que la causa se investigue como un delito grave. Según fuentes judiciales, el hombre, que no es el padre, mantenía una orden de alejamiento respecto a la mujer y al niño desde octubre.
Además de la prisión provisional se establece la medida sin posibilidad de fianza. Esto implica que ambos permanecerán en prisión mientras avanza la instrucción del caso. Fuentes judiciales han señalado que la madre se ha acogido a su derecho a no declarar, mientras que el hombre ya ha prestado testimonio.
El hallazgo del cadáver y las detenciones provocaron una gran conmoción en el municipio de Garrucha, que decretó un día de luto oficial. Numerosos vecinos, autoridades locales y familiares guardaron un minuto de silencio en memoria del niño. El abuelo materno responsabilizó a la pareja de la madre de lo ocurrido y calificó la muerte de “una tragedia insoportable”.
Las diligencias continúan bajo secreto de sumario. La investigación busca esclarecer las circunstancias exactas de los hechos, la cronología de los mismos —si el niño murió en la playa o lo trasladaron— y el grado de implicación de los detenidos.

