Hombre en una granja con una gallina y protección. CONEXIÓN RURAL
Los profesionales del sector avícola en Jaén han decidido adoptar una postura proactiva frente a la amenaza de la influenza aviar, reforzando las medidas de protección en sus instalaciones y extremando los controles para evitar contagios entre aves domésticas y silvestres. El reforzamiento de protocolos se produce en un contexto de alerta nacional, donde las autoridades sanitarias han elevado ya el nivel de riesgo en Andalucía.
Entre las acciones más comunes citadas por los ganaderos figura la desinfección sistemática de naves y vehículos, la restricción de acceso de personas ajenas a las explotaciones, el uso de agua tratada y el blindaje de los recintos para impedir la entrada de aves salvajes. Estas medidas, según los productores, son esenciales para mantener la normalidad en la producción y evitar pérdidas económicas graves en caso de brote.
Pero además de la prevención interna, los ganaderos muestran preocupación por las implicaciones sanitarias y comerciales que un foco de gripe aviar podría acarrear. Temen especialmente la posibilidad de sanciones en el acceso al mercado exterior, como ya ha sucedido en otras comunidades autónomas.
En este contexto, desde las asociaciones agrarias se insiste en la necesidad de apoyo institucional. Reclaman que se faciliten ayudas técnicas y económicas para garantizar que las explotaciones puedan asumir las nuevas exigencias sin comprometer su viabilidad. Como advierte un representante del sector en la provincia, “si la enfermedad entrara, sería la ruina total”.

