Málaga ha dicho adiós de forma definitiva a los paseos turísticos en coche de caballos, una estampa tradicional que durante décadas formó parte del paisaje urbano de la ciudad. El Ayuntamiento de Málaga, encabezado por el alcalde Francisco de la Torre, ha alcanzado un acuerdo con los titulares de las últimas 25 licencias vigentes para revocar su actividad a cambio de una indemnización económica superior a los 4 millones de euros.
Con esta decisión, el Consistorio adelanta diez años el fin previsto para el servicio, que estaba inicialmente programado para 2035. Cada cochero recibirá una compensación de algo más de 125.000 euros, una cantidad establecida tras una auditoría municipal realizada en febrero de este año. De esta forma, se pone punto final a una actividad que en su momento llegó a contar con 55 licencias y que, poco a poco, fue reduciéndose mediante acuerdos voluntarios con los propietarios.
El alcalde ha subrayado que este paso responde tanto al compromiso con el bienestar animal como a la evolución del modelo turístico y urbano de la ciudad. “Málaga ha cambiado, y hoy existen muchas formas sostenibles de conocerla. Damos este paso pensando en el futuro y en la imagen que proyectamos al mundo”, señaló De la Torre a través de un vídeo publicado en redes sociales.
La medida pone fin a un debate que llevaba más de una década sobre la mesa. Organizaciones animalistas y grupos políticos ya habían advertido del estrés y los riesgos que sufrían los animales en entornos de tráfico intenso, contaminación y altas temperaturas. En 2015, Ciudadanos propuso reemplazar estos carruajes por vehículos eléctricos de época, una alternativa que no llegó a prosperar.
El Ayuntamiento ha explicado que la revocación de las licencias responde a la “incompatibilidad del servicio con el desarrollo de la ciudad en condiciones de seguridad y salubridad”, tanto para los animales como para los peatones y conductores. Desde este lunes, los operarios municipales han comenzado a retirar la señalización y los espacios reservados a coches de caballos en zonas como la calle Cortina del Muelle, el Paseo de los Curas o la avenida Cervantes, que pasarán a destinarse a aparcamientos para motocicletas.
Por su parte, el Partido Animalista con el Medio Ambiente (PACMA) ha celebrado la decisión, calificándola como “un paso histórico hacia la protección animal”. En un comunicado, la formación ha pedido que Málaga sirva de ejemplo para otras ciudades andaluzas y españolas —como Sevilla, Córdoba, Palma o Marbella— donde aún se mantienen este tipo de servicios.
Queda pendiente determinar el futuro de los caballos retirados, una cuestión que, según ha confirmado el portavoz de los cocheros, Antonio Domínguez, “todavía está por definirse”. Mientras tanto, el acuerdo marca el fin de una era y el inicio de una nueva etapa en la que Málaga busca consolidarse como referente en turismo sostenible y respeto animal.

