En Andalucía se ha registrado un repunte preocupante de las agresiones físicas hacia profesionales sanitarios, con un incremento del 25 % desde 2019. Según los últimos datos oficiales, en 2024 el número de agresiones físicas en centros del Servicio Andaluz de Salud (SAS) ascendió a 362, lo que sitúa la media en más de una agresión diaria.
Las agresiones verbales también siguen siendo alarmantes: se registraron 1.504 casos en el año, lo que, junto con las físicas, eleva el total de agresiones a 1.866 en 2024, un 19 % más que en 2023.
En cuanto a la distribución de los ataques, más del 70 % de las víctimas son mujeres y aproximadamente el 80 % corresponden a personal sanitario (como médicos y enfermeros), haciendo patente la vulnerabilidad de determinados colectivos.
La mayoría de los incidentes se producen en Atención Primaria (aproximadamente el 52,5 %) frente a los hospitales (unos 47,4 %).
Como efecto, los responsables sanitarios señalan la necesidad urgente de reforzar la seguridad, ampliar la formación en contención de conflictos y asegurar mecanismos ágiles de denuncia para estos casos ya que esta problemática afecta no sólo fisicamente, sino también en el bienestar de las personas que desempeñan su trabajo.

