“EL ÉXITO ES LA CAPACIDAD DE IR DE FRACASO EN FRACASO SIN PERDER EL ENTUSIASMO.»
Últimamente parece que hay algo de obsesión con el éxito. Debemos que el éxito es un concepto profundamente personal y subjetivo que se refiere a la consecución de una meta, objetivo o resultado deseado. No tiene una definición única o universal, ya que lo que para una persona se considera un éxito puede ser muy diferente para otra. Podría ser la riqueza material y el reconocimiento profesional; pero también, podría ser la felicidad, la estabilidad familiar, la salud o un sentido de propósito.
Depende además de muchos factores, la cultura, la sociedad en que vives, el área geográfica, el estrato socioeconómico. En lagunas culturas el éxito que se valora más es el colectivo, en otras el individual. Y aquí estamos nosotros. Dentro de una obsesión actual por el éxito
Esta obsesión se alimenta básicamente algunos factores,
- Las redes sociales: Que a menudo muestran una versión idealizada y cuidadosamente curada de la vida. Se publican logros, viajes, posesiones y momentos de felicidad, creando la impresión de que el éxito es constante y visible. Esta exposición constante genera una presión social para «mantenerse al día» y compararse con los demás, con las lógicas consecuencias.
- El capitalismo y la meritocracia: Se promueve la idea de que el esfuerzo individual y el talento son la clave para alcanzar el éxito financiero y social.. Se crea la falsa creencia de que si no se tiene éxito, es por falta de esfuerzo o habilidad, sin tener en cuenta factores externos o que la vida no es tan sencilla.
- La cultura de la productividad: Existe una creencia generalizada de que la vida debe ser una constante escalada hacia el progreso. El tiempo de inactividad, el ocio sin un propósito o simplemente «ser» son a menudo vistos como algo improductivo. No se puede estar sin hacer nada, levántate a las 4:00 am, vete a correr, llega, dúchate, desayuna (Eso sí nada de tostá buena de zurrapa de lomo), levanta a l@s niñ@s, llévalos al cole en perfecto estado de e revista, llega al trabajo, ten 25 reuniones, termina, recoge a los críos, pasa por 5 extraescolares, pasa por el coach, otra horita de gimnasio, pas por el súper, haz la cena, revisa el móvil, y, si tienes algo de tiempo, duerme.
- La búsqueda de la validación externa: El mundo está interconectado pero también es individualista, muchas personas buscan la validación y el reconocimiento de los demás para sentir que su vida tiene sentido. El éxito, entendido como la validación de los demás, no se puede no ser exitos@, ni guap@, ni fit, ni mediocre…
En resumen, la obsesión actual con el éxito no solo refleja un deseo natural de prosperar, sino también un conjunto de presiones sociales y culturales que han transformado el éxito de una búsqueda personal a una exigencia social. Esto puede llevar a la gente a perseguir metas que no son realmente suyas, a sentir que su valía depende de sus logros y a perder de vista lo que verdaderamente les hace felices.
¿Pero…Cómo defines el éxito en tu vida?

Pues yo, al menos, intento ver que el diablo está en los detalles, ver un éxito en el beso al despedirme de mi pareja y mi hija cada mañana (Otro día juntos), en ver amanecer, en trabajar desde hace 25 años (Sí, aún hay personas que valoramos eso) en una empresa que consigue que 75.000 familias tengan ingresos, en ver cómo mi hija dio sus primeros pasos y en la mujer en que se ha convertido, en poder desayunar con mi padre los fines de semana, dando un paseo y mantener una charla consciente y animada, en conseguir hacer un bizcocho, en dejar el móvil cargando hasta la hora de acostarme y olvidarme de que existe, en tener amig@s a los que llamar para tomarme una cerveza, en pensar que mi éxito es mío y por tanto es lo que a mí me parezca y no lo que pueda considerarse como tal. NO podemos ni debemos obsesionarnos con el éxito, es fugaz y lo que hoy fue, mañana…quién sabe.
Y vosotros, ¿Tenéis éxito, o sois productivos?

