La Junta de Andalucía ha anunciado la creación de una mesa técnica especializada en sanidad vegetal, destinada a reforzar la vigilancia y el control de plagas en los cultivos de frutas y hortalizas de la región. Esta iniciativa permitirá realizar un seguimiento constante de la evolución de las plagas y ofrecer a los agricultores soluciones efectivas y basadas en datos científicos actualizados, contribuyendo así a proteger tanto la producción como la rentabilidad del sector.
La nueva mesa estará formada por expertos en sanidad vegetal, investigadores y técnicos agrícolas, quienes analizarán de manera continuada la incidencia de plagas y enfermedades en los invernaderos andaluces. Además de elaborar informes periódicos, el equipo ofrecerá recomendaciones de actuación, estrategias preventivas y medidas correctivas para minimizar los daños en los cultivos, asegurando una respuesta rápida y coordinada ante cualquier brote.
Uno de los objetivos principales de esta iniciativa es mejorar la comunicación con los agricultores, facilitando información precisa sobre la situación sanitaria de los cultivos y orientando sobre las mejores prácticas agrícolas. Asimismo, se busca promover un uso más sostenible de los fitosanitarios, reduciendo el impacto ambiental y fomentando técnicas de cultivo respetuosas con el entorno natural.
Desde la Junta han destacado que esta medida refleja el compromiso de Andalucía con la protección de la sanidad vegetal, un aspecto clave para garantizar la calidad de los productos y fortalecer la competitividad de uno de los sectores agrícolas más importantes de la región. Con la coordinación de esta mesa técnica, se espera que la temporada agrícola se desarrolle con mayor seguridad y eficiencia, asegurando que los agricultores dispongan de las herramientas necesarias para hacer frente a cualquier amenaza que pueda afectar a sus cultivos.
La creación de este órgano también se enmarca dentro de una estrategia más amplia para modernizar y profesionalizar la gestión agrícola en Andalucía, integrando la innovación científica, la formación técnica y la colaboración entre administraciones y productores para afrontar los retos que plantean las plagas y enfermedades vegetales en un contexto de cambios climáticos y globalización de mercados.

