Más de 500 agricultores se reunieron este martes en Fernán Núñez, Córdoba, en las instalaciones de la empresa Cetisur, para celebrar la festividad de San Miguel y dar inicio al nuevo año agrícola. Sin embargo, el ambiente festivo dio paso rápidamente a una profunda preocupación por la crítica falta de agua que atraviesa la provincia.
La escasez hídrica se ha convertido en una amenaza directa para la viabilidad de cultivos esenciales en la región. En particular, el olivar de secano, que depende exclusivamente de las lluvias, está experimentando un estrés hídrico severo. Según Jesús Cózar, secretario general de UPA Andalucía y Jaén, este fenómeno pone en peligro la campaña de recogida de aceituna, afectando tanto la cosecha actual como la del próximo año. Aunque en las zonas de riego la campaña puede ser media-alta, en muchas otras, mayoritariamente de secano, se prevé una disminución en el volumen y el rendimiento del aceite.
Además, la situación se ve agravada por la falta de lluvias en los últimos meses. Septiembre dejó precipitaciones escasas que no superaron los 10 milímetros, lo que ha intensificado el déficit hídrico en gran parte de la geografía cordobesa.
Durante el encuentro, los agricultores expresaron su temor por la escasez de agua y su impacto en la producción agrícola. La falta de recursos hídricos amenaza la rentabilidad de las explotaciones y podría llevar a la pérdida de cultivos y empleo en el sector. Ante esta situación, se hace urgente la implementación de medidas que garanticen el suministro de agua para la agricultura y la sostenibilidad del medio rural.
La reunión en Fernán Núñez subraya la necesidad de una acción inmediata para abordar la crisis hídrica que afecta a la provincia de Córdoba y asegurar el futuro del sector agrícola en la región.

