La Presa de Siles, inaugurada en octubre de 2015, sigue sin cumplir su propósito original: abastecer de agua para riego a los olivareros de la comarca de la Sierra de Segura. A pesar de que la infraestructura se construyó hace una década, los recursos embalsados aún no se destinan al uso agrícola previsto. UPA Jaén denuncia la inacción de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y exige que autorice las concesiones necesarias para que los olivareros puedan utilizar el agua almacenada.
El secretario general de UPA Jaén, Jesús Cózar Pérez, expresó su frustración al señalar que es «ilógico» que una infraestructura tan demandada y necesaria siga sin poder utilizarse, mientras que el agua embalsada se aprovecha en otras zonas del bajo Guadalquivir. Criticó la «pasividad y lentitud de las administraciones» y recordó que la Presa de Siles fue construida bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y fue inaugurada en 2015 por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina.
Desde la inauguración, ha habido varios intentos de avanzar en la asignación de agua para riego. En diciembre de 2019, la CHG encargó una asistencia técnica para definir las bases del concurso de proyectos para asignar la reserva de agua. En junio de 2020, la Junta de Andalucía presentó la definición de la zona regable del embalse. Sin embargo, más de cuatro años después, los olivareros siguen sin poder acceder al agua almacenada.
UPA Jaén ha solicitado una reunión urgente con la CHG para abordar esta problemática y encontrar una solución que permita a los olivareros acceder al agua almacenada en la Presa de Siles. La organización agraria insiste en la necesidad de agilizar los trámites administrativos y autorizar las concesiones de agua para evitar que la infraestructura siga sin utilizarse y los recursos hídricos se desperdicien.
UPA Jaén ha anunciado que continuará con las movilizaciones y acciones reivindicativas hasta que se autoricen las concesiones de agua necesarias para el riego de los cultivos. La organización agraria asegura que no cejará en su empeño hasta que los olivareros puedan utilizar el agua almacenada en la Presa de Siles para garantizar la viabilidad y sostenibilidad de sus explotaciones agrícolas.
La resolución de este conflicto es fundamental para el futuro de la agricultura en la Sierra de Segura y para asegurar el abastecimiento de agua para riego en una comarca que depende en gran medida del cultivo del olivar. La colaboración entre las administraciones competentes y los representantes del sector agrícola será clave para encontrar una solución que permita aprovechar los recursos hídricos disponibles y garantizar la sostenibilidad de la actividad agrícola en la zona.

