El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha aprobado de forma provisional un ambicioso proyecto para reducir el impacto acústico en tres carreteras estatales de la provincia de Granada. Las vías afectadas son la autovía GR‑30, la carretera nacional N‑432 y la nacional N‑340. El presupuesto estimado de esta iniciativa ronda los 46,7 millones de euros, IVA incluido.
El proyecto forma parte de la segunda fase del plan de acción contra el ruido y se encuentra en fase de información pública. Una vez que se publique el anuncio correspondiente en el Boletín Oficial del Estado, se podrán presentar alegaciones.
Las actuaciones se llevarán a cabo en los siguientes tramos:
- GR-30 entre los kilómetros 1+490 y 15+880, abarcando los municipios de Albolote, Peligros, Maracena, Pulianas, Granada y Armilla.
- N-432 entre los kilómetros 423+400 y 432+500, en los municipios de Atarfe y Granada.
- N-340 entre los kilómetros 326+150 y 342+760, en el término municipal de Salobreña.
Los trabajos consistirán en la instalación de pantallas acústicas y, en función de las necesidades, el extendido de pavimento fonoabsorbente. Las pantallas tendrán una longitud total prevista de 8.173 metros, y sus alturas oscilarán entre los 3 y 7,5 metros por encima de la calzada. En zonas más sensibles, se combinará hormigón en la parte inferior con vidrio en la parte superior para reducir el efecto barrera.
La cimentación empleará pilotes de 80 centímetros de diámetro y profundidad variable, salvo en zonas singularmente complejas donde se anclarán las pantallas a estructuras ya existentes o se apoyarán sobre barreras tipo New Jersey o pórticos independientes.
La finalidad del proyecto es reducir los niveles de ruido del tráfico en los tramos afectados y mejorar la calidad de vida de los habitantes de las zonas colindantes. El subdelegado del Gobierno en Granada ha señalado que desde 2018 se han invertido más de 94,5 millones de euros en conservación viaria en la provincia.
Con esta iniciativa se busca aliviar el impacto acústico en zonas urbanas y residenciales próximas a las carreteras, lo cual podría traducirse en menores molestias para los vecinos así como una disminución de riesgos asociados a la contaminación acústica, como alteraciones del sueño o estrés. Además, la selección del tipo de pantallas y pavimentos apuesta por soluciones que respeten la visibilidad, el paisaje y la funcionalidad vial.
El Ministerio espera que, una vez se complete el trámite de información pública y se proceda a la adjudicación de contratistas, los trabajos puedan iniciarse en los próximos meses y finalizarse en un plazo razonable, atendiendo así a la demanda ciudadana de mayor tranquilidad y seguridad en los entornos afectados.

